El “VII punto de Encuentro AECOC contra el derroche alimentario” reunió, el pasado 26 de septiembre, a más de 300 profesionales de empresas, administraciones y ONG. Durante el evento se ha presentado el estudio Gestión del rechazo alimenticio en la gran distribución, con el que Nielsen y Checkpoint, en colaboración con AECOC, han analizado el impacto de la pérdida de alimentos frescos en las grandes cadenas de distribución.
Este evento se enmarca en la “2ª Semana contra el Rechazo Alimentario”, una iniciativa liderada por las empresas de la industria y la distribución alimentaria que tiene como objetivo ayudar al consumidor a optar por un consumo responsable y hacer un buen uso de los alimentos en su hogar para evitar el desperdicio. La Semana ofrece talleres de aprovechamiento, recetas para aprovechar los excedentes y actividades formativas en escuelas de educación primaria de todo el país.
El Punto de Encuentro ha puesto el foco sobre destacados casos de éxito en la gestión del rechazo en toda la cadena de valor, con la participación de empresas y proyectos como Damm, Too Good to Go, Upprinting Food, Grupo Nufri, Sonae, Food for Soul, Gate Gourmet y Campos Estela.
Carmen Redondo, directora de relaciones institucionales de Hispacoop, ha presentado la iniciativa que lanzó hace dos años esta asociación para luchar contra el desperdicio alimentario y concienciar al consumidor.
Entre las numerosas iniciativas que se han presentado durante la jornada, cabe destacar también To Good To Go, una aplicación móvil que ayuda a luchar contra el desperdicio alimentario. Su Country Manager, Oriol Reül, asegura que cada vez son más las empresas y consumidores que se suman al proyecto.
Además, el evento ha sido el escenario de la presentación del estudio 'Gestión del rechazo alimenticio en la gran distribución', con el que Nielsen y Checkpoint, en colaboración con AECOC, han analizado el impacto de la pérdida de alimentos frescos en las grandes cadenas de distribución.
Según los datos del informe, el 3,5% de los alimentos frescos a la distribución no llegan a comercializar por diferentes razones y, de éstos, el 2,05 acaban malgastados.
Por secciones, la de frutas y verduras es la que genera mayor cantidad de productos descartados (el 50% de los participantes en el estudio así lo indica) por delante del pescado (42%) y de la carne (8%).
Consultadas sobre las fases en las que se genera el desperdicio, el 75% de las cadenas participantes en el estudio apunta a la manipulación de los productos por parte de los consumidores, mientras que un 42% considera que también se genera pérdida en la manipulación en la venta asistida y un 33% que señala deficiencias en el transporte desde la plataforma logística hasta los puntos de venta.
Precisamente, la fragilidad en la manipulación de los productos es la principal causante de rechazo de frutas y verduras, según el 67% de los encuestados, y también del pescado(42%), al mismo nivel que la facilidad del género para dañarse y la dificultad para controlar su rotación.
MEJOR GESTIÓN DE LOS PRODUCTOS DESCARTADOS Y APOYO DE LA TECNOLOGÍA
Por otra parte, el 67% de las empresas de la gran distribución considera que el derroche generado con su actividad es menor o mucho menor que hace tres años. Una de las claves es la mejora en la gestión de productos descartados para la venta; de hecho, un 83% de las empresas encuestadas cuenta en la actualidad con una estrategia para optimizar la identificación y gestión de excedentes.
El 12% de esta potencial pérdida se destina a la donación, por un 29% que se recupera o se recicla y un 59% que termina en el gestor de residuos.
Este porcentaje de alimentos que acaban desperdiciados se explica porque las cadenas encuentran serias dificultades para la donación de productos como carne y pescado, que exigen condiciones óptimas de transporte y conservación para evitar riesgos de seguridad alimentaria.
Sobre los procesos de identificación del desecho, el 58% de la potencia pérdida se localiza a través de protocolos de supervisión específicos, basados en el control sistemático del stock o el análisis visual de género. El 17% se identifica a través del uso de tecnologías que generan alertas y otro 17% se produce mediante el análisis de fechas de vida y consumo óptimo. Sólo el 8% se detecta a través del aspecto de los productos.
En cuanto a la estrategia utilizada para prevenir el desperdicio, el 42% de los distribuidores se apoya en el uso de la tecnología, como APPS para la gestión del producto no comercializable y etiquetas para seguir la vida útil del alimento. Junto a este desarrollo tecnológico, las cadenas centran sus estrategias en una mejora en la gestión de los stocks, los procesos logísticos y una mayor coordinación entre los departamentos implicados en el transporte, manipulación y venta de géner.
Núria de Pedraza Barber, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales en AECOC, ha señalado que “estamos en un momento en el que cada vez hay más concienciación respecto al derroche, y debemos aprovechar, ser más sostenibles y contribuir así a los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS). En concreto, el desperdicio ilimentario se engloba bajo el Objetivo 12 de Producción y consumo responsable, y es tarea de todos conseguirlo”.
Por su parte, David Pérez del Pino, director general en Checkpoint Systems para España y Portugal, ha recordado que “la tecnología juega un papel importante para poder avanzar en el objetivo de limitar el desperdicio, ya que ayuda a las empresas a gestionar la vida útil del stock”.
Cristina Blázquez,Consumer & Shopper Insights Senior Executive en The Nielsen Company, opina que “estudios como éste son muy importantes porque nos ayudan a conocer el punto en que nos encontramos en cuanto al derroche alimentario ya pensar a dónde queremos llegar. forma, se pueden adoptar las soluciones más adecuadas, desde el retailer hasta el consumidor, para solucionar los problemas que existen”.
DATOS SOBRE EL DESARROLLO ALIMENTARIO EN EL HOGAR
Durante la jornada también se ha presentado un estudio realizado por AECOC sobre el derroche alimentario que se produce en las casas. El 91% no tiene conciencia de echar alimentos, mientras que un 7% si que ha respondido que rechaza con frecuencia, De este 7%, los grupos mayoritarios son gente joven, pertenecientes a la Comunidad de Madrid, y familias numerosas con más de 5 miembros. Sin embargo, de este estudio se saca una lectura positiva, y es que 2/3 de los encuestados tiran menos basura que antes.