La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un informe que asegura que se necesita más inversión para que las plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas sean aptas para enfrentar los difíciles retos planteados por los impactos del cambio climático.

Muchos se han realizado en las últimas décadas para mejorar el tratamiento de aguas residuales, de acuerdo a la última información publicada por la AEMA sobre Desafíos en el tratamiento de aguas residuales urbanas para el S.XXI. La proporción de hogares conectados a instalaciones de tratamiento varía en toda Europa, desde el 97% en Europa occidental y central, hasta alrededor del 70% en el sur, sureste y este de Europa. Sin embargo, como señala la AEMA, el tratamiento de aguas residuales urbanas debe abordar desafíos como la crisis climática, los cambios en la población y los contaminantes emergentes que requieren de una inversión sustancial, además de mantener la infraestructura existente.

Los fenómenos meteorológicos extremos vinculados a la crisis climática están provocando lluvias más intensas y frecuentes en algunas áreas, pero escasez de agua en otras, lo que afecta al funcionamiento de las cloacas pluviales y las plantas de tratamiento. Las tormentas de lluvia excesivas pueden agobiar y sobrecargar los sistemas de alcantarillado y provocar desbordamientos en las plantas de tratamiento, mientras que la carencia de lluvia puede ocasionar problemas en la recogida y tratamiento de las aguas residuales.

Estos desafíos se vienen a sumar a aquellos que abordan habitualmente las autoridades competentes y las empresas de servicios del agua, incluyendo la financiación de la construcción mantenimiento, operación y actualización de las plantas, así como el abastecimiento y el personal adecuadamente capacitado por brindar las mejoras necesarias en el tratamiento de aguas residuales.

El informe de la AEMA también señala que, cada vez, con mayor frecuencia, se encuentran en las aguas residuales antibióticos y otros productos farmacéuticos. Estos productos químicos se encuentran formando parte de una mezcla de productos químicos que muchas plantas de tratamiento no pueden abordar de forma fácil, ya que requieren técnicas de tratamiento costosas, más estrictas e intensivas en energía.

Las soluciones e inversiones sostenibles son clave.

El informe señala que los costes de energía y escasos recursos son razones para promover la eficiencia del agua. Además, brindan una oportunidad para que las plantas de tratamiento contribuyan más al reciclaje y reutilización del agua y de la recuperación de materiales que, como el fósforo, se pueden recoger durante el ciclo de tratamiento. El informe cita algunos ejemplos de inversiones que ya se están realizando en toda Europa para mejorar la resiliencia en el ámbito del tratamiento de aguas residuales, con el uso de estanques de retención y depósitos para agua de lluvia por gestionar los flujos de agua de las inundaciones repentinas, o para reutilizar el agua que ha sido tratada y limpiada.

Por ejemplo, en Malta, la planta de tratamiento de aguas residuales urbanas de Ta'Bakrat sirve a 434.000 habitantes equivalentes (pe) y trata aproximadamente el 80% de todas las aguas residuales en Malta. La instalación está sometida a presiones específicas durante la temporada turística. La inversión en tecnología de tratamiento ha ayudado a abordar el problema de la escasez de agua puesto que la instalación tiene como objetivo proporcionar 7 mil millones de litros de agua recuperada para riego agrícola y recarga de acuíferos cada año . La nueva construcción del tratamiento asciende a 20 millones de euros, con otros 20 millones invertidos en infraestructura de riego.

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