Helados envueltos sólo en sabor

Se acerca el verano y, como cada año, miles de envoltorios de plástico acompañarán a nuestros helados, polvo y “flases”, de los que un gran porcentaje de ellos terminarán total o parcialmente fuera de los circuitos de reciclaje y previsiblemente en ríos , mares y océanos.

España es actualmente el tercer país del mundo en consumo de helado, con más de 40€ de coste en los más de 13 litros por habitante y año. Estos datos van asociados al uso de materiales plásticos desechables en un alto porcentaje. Además en verano aparecen igualmente las variantes de hielo que son recubiertas en el 100% de los casos, la experiencia de consumo incluye chupar dichos materiales plásticos.

La idea

La propuesta pasa por llevar a cabo dos cambios:

• Sustituir en los procesos de fabricación de los envoltorios plásticos por moldes de silicona y/o vidrio, lavables y reciclables al final de temporada

• Adaptar las neveras de las tiendas y centros comerciales, para que puedan almacenar moldes en una estructura modular que permita extraer cada helado individualmente.

¿Cómo?

  • • Los helados, después de su proceso de fabricación, se introducirán en los moldes de silicona o vidrio, manteniendo las varillas de madera que permiten sujetarlo. Las versiones de hielo que venían protegidas en plástico para que pudieran consumirse, vendrán recubiertas a partir de ahora en cartón reciclado. Así se transportarán desde la cadena de montaje a la tienda.
  • • En la tienda se almacenarán en neveras modulares. Estas neveras contarán con un cuenco externo con agua caliente a una temperatura constante.
  • • Cuando el cliente elija su helado preferido, se sacará de la nevera con su molde individualmente y se introducirá en el cuenco durante unos segundos tan solo, hasta que se pueda extraer el helado tirando de la varilla de madera.
  • Los moldes se devolverán al fabricante regularmente para que éste proceda a lavarlos y reusarlos con nuevos helados.

Beneficios

Los beneficios son múltiples para todas las partes:

• Reducción de la basura plástica.

• Reducción de costes para el fabricante, puesto que los moldes pueden ser usados más de una temporada.

• Mejor organización en las neveras de las tiendas, lo que eficiente el tiempo de investigación de cada unidad.

• Mejor salubridad para los usuarios/as, que dejan de chupar plásticos.

• Novedad alineada con la economía circular.

• Visibilidad de la marca en el exterior.