Las nuevas normas, propuestas por la Comisión en mayo de 2018, deben establecer unos requisitos mínimos armonizados de calidad del agua para la reutilización segura en el riego agrícola de las aguas residuales urbanas tratadas.
El texto recoge aspectos como los niveles de microbios en el agua o la frecuencia y características de los controles de calidad del agua. La nueva normativa establecerá que las aguas urbanas residuales, que ya habrán tenido un tratamiento acorde con la reglamentación comunitaria sobre este tipo de aguas usadas, serán sometidas a tratamientos adicionales para respetar los nuevos parámetros mínimos de calidad y poder, de este modo, utilizarse en agricultura.
Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, ha declarado que “con este acuerdo provisional estamos dotando a la UE de una potente herramienta para afrontar algunos de los problemas que plantea el cambio climático. Junto con las medidas de ahorro de agua y eficiencia en el uso de los recursos hídricos, el uso de aguas regeneradas en el sector agrario puede realizar una función importante a la hora de hacer frente al estrés hídrico y la segura y garantiza, al mismo tiempo…., la seguridad de nuestros ciudadanos”.
En la actualidad, la reutilización del agua es una práctica establecida en muy pocos Estados miembros, que se está explotando muy por debajo de su potencial. Las normas recientemente acordadas facilitarán y estimularán la generalización de esta práctica beneficiosa, que puede garantizar un suministro más previsible de agua, no contaminada a los agricultores de la UE y ayudarles a adaptarse a los cambios climáticos ya mitigarlos. los efectos. Mediante el establecimiento de unos requisitos mínimos, las nuevas normas deben garantizar la seguridad de esta práctica y aumentar la confianza de los ciudadanos en los productos agrarios que se encuentran en el mercado interior de la UE. Este enfoque armonizado facilitará también el buen funcionamiento del mercado interior de los productos agrarios y creará nuevas oportunidades de negocio para operadores y proveedores de tecnología.
En virtud de la nueva legislación, las aguas residuales urbanas que ya se hayan sometido a determinados tratamientos de acuerdo con las normas de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas deben someterse a un tratamiento adicional para cumplir los nuevos parámetros mínimos de calidad y, de esta forma, serán aptas para su uso en agricultura.
Además de los requisitos mínimos armonizados, la nueva legislación establece unos requisitos mínimos de seguimiento armonizados; disposiciones en materia de gestión de riesgos para evaluar los posibles riesgos adicionales para la salud y los posibles riesgos para el medio ambiente y hacerles frente: y un procedimiento de concesión de licencias y una serie de disposiciones sobre transparencia, en virtud de las que debe deponerse a disposición del público la información más importante sobre cualquier proyecto de reutilización del agua.
PRÓXIMAS ETAPAS
El acuerdo provisional ha sido ahora aprobado oficialmente por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.
Tras su aprobación el reglamento se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor a los veinte días de su publicación.
CONTEXTO
El Reglamento propuesto por la Comisión contribuye a paliar la escasez de agua en la UE en el contexto la adaptación al cambio climático. Debe garantizar que las aguas residuales tratadas que se destinan al riego agrícola sean seguras, protegiendo así a los ciudadanos y al medio ambiente.
La propuesta cumple uno de los compromisos del Plan de acción para la Economía circular y completa el marco jurídico vigente de la UE en materia de agua y productos alimenticios. También contribuye a la consecución de los OBJETIVOS DE Desarrollo sostenible de Naciones Unidas en la UE (en particular, el objetivo nº 6, sobre agua limpia y saneamiento), así como a la mitigación del cambio climático y la adaptación a este fenómeno.